Daniel era frío. Su mente giraba en torno a números, fórmulas químicas y leyes de física.Estudiaba en la UADE, facultad de ciencias exactas. No miraba nada mas que hojas y hojas con cálculos; del celular sólo usaba la calculadora y la computadora sólo era prendida para usar el Excel. Nada de chat ni Google.
Miranda era cálida. Su mente giraba en torno al amor. Estudiaba en la UADE, carrera de Diseño de Indumentaria. No miraba nada mas que revistas de moda y de fotonovelas; el celular lo usaba para pedir poemas de amor al 2020 y la computadora sólo era prendida para entrar en chats de búsqueda de novios o para buscar las fotos de los últimos desfiles. Nada de Excel.
A Daniel no le interesaban las mujeres (ni los hombres).
A Miranda le interesaban los hombres (pero no las mujeres).
Daniel jamás había mirado a Miranda ni sabía de su existencia.
Miranda siempre había mirado a Daniel y su existencia estaba presente en su vida, en su pensamiento y en sus sueños.
Daniel era demasiado lindo para los números.
Miranda era demasiado fea para la moda.
Pero un día, Daniel levantó sus ojos de las hojas con números y vió a Miranda, que lo estaba mirando.
Y en ese momento los números se vistieron a la moda y la moda se vistió con los números.
4 se animaron a escribir algo:
Los opuestos se atraen ¡Que linda historia!
Gracias Kris, capaz que es como tu historia con Néstor.
esta historia demuestra que cuando hay amor?
se puede crear un mundo nuevo para los dos.
besitos.
Gracias Maria Laura por tu comentario
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